sábado, 8 de diciembre de 2012

LOS "DETALLES" DEL V.M. RABOLÚ (1ª PARTE)

En la enseñanza gnóstica de Samael Aun Weor existen dos vertientes bien definidas: por un lado, la didáctica que entregó Victor Manuel Gomez (Samael) y complementándola (o para algunos oponiéndose a ella) la metodología que entregó Joaquín Amorteguí  (Rabolú).
La principal diferencia entre ambos Maestros estaba en el método para Eliminar el Ego. Samael lo describe en tres partes: Descubrimiento, Comprensión y Eliminación. Rabolú explicaba lo mismo, pero mientras Samael impulsaba a la Meditación en la Muerte del Yo como la técnica para Comprender a los Defectos Psicológicos, Rabolú impulsaba el estudio de lo que él denominaba los "detalles" para poder llegar a su eliminación.
Samael impulsaba la meditación diaria en la Muerte del Yo, como mínimo una hora, y decía que el estudiante gnóstico debía llegar a meditar seis horas por día o toda la noche, si era necesario, para lograr Despertar Conciencia.
Rabolú impulsaba el trabajo en la Auto-observación para comprender los "detalles" de toda manifestación del Ego y utilizar esa información para eliminar nuestros agregados psicológicos, en la técnica que se denominó MUERTE EN MARCHA.
¿Son técnicas opuestas?
Por un lado, Samael siempre insistió en que los Estudiantes gnósticos meditáramos no solo una hora, varias horas, en el Ego, para avanzar en el Trabajo Interior.
Sin embargo, Rabolú explicó que él no meditaba, que él estudiaba los "detalles" de cada defecto en acción, y luego rogaba a su Divina Madre Kundalini que los eliminara, y así alcanzó la Maestría.
Recordemos, para quienes desconocen la historia del gnosticismo, que Joaquín Amorteguí FUE EL ÚNICO ESTUDIANTE GNÓSTICO QUE ALCANZÓ LA MAESTRÍA RECONOCIDO POR SAMAEL AUN WEOR.
Al otro Maestro que lo acompañó, su compadre Julio Medina (Garcha Kuichines), Samael lo ayudó a Despertar, por la necesidad de colaboración en la Obra de cristalizar el Mensaje y las Intituciones Gnósticas.
Por lo tanto, el único discípulo de Samael que alcanzó la Maestría por su propio esfuerzo fue Joaquín Amorteguí, y lo hizo con una metodología propia.
Este logro, este éxito tan notable, que debería haber promovido debates y estudios entre los estudiantes y los Misioneros gnósticos pasó inadvertido, perdiéndose la oportunidad de revalorizar o renovar la enseñanza gnóstica.
La lucha entre los Maestros, más el fanatismo y la incapacidad de transmitir con claridad sus conceptos, hicieron que nosotros, los estudiantes gnósticos, perdamos la oportunidad de experimentar nuevas vivencias en el esoterismo gnóstico.
Es fundamental, para quienes aspiramos a Despertar Conciencia, profundizar en la técnica que utilizó el V.M. Rabolú, y complementarla con el mensaje del V.M. Samael Aun Weor.

(Continúa)

Alejandro Zalazar