Al hacerlo, se descubre que muchas partes de su mensaje coincide con las enseñanzas de otros Maestros. Más que coincidir, son copias literales de algunos de ellos.
Este descubrimiento provoca reacciones diversas entre los estudiantes gnósticos. En algunos, no cambia nada su sentir hacia el gnosticismo porque en ellos predomina el misticismo egoico, no analizan las enseñanzas y aceptan todo como Dogma de Fé.
En otros, los motiva a reflexionar sobre las enseñanzas y la obra de Samael Aun Weor .
Y en algunas personas, los lleva a abandonar las Instituciones y expresar sus frustraciones en las Redes Sociales.
Este fenómeno que estamos viviendo, magnificado por el uso de Internet, merece de todo Misionero Gnóstico un compromiso con la Sabiduría y no esquivar este tema en su comunidad.
Mi opinión es la siguiente:
Samael, el Logos, es un Espíritu Divino, como toda Mónada desprendida del Sagrado Absoluto Solar.
Cada Mónada se vincula, en determinados períodos, con un cuerpo físico tridimensional para manifestarse en este plano.
La Mónada es perfecta, divina, inmortal. Ella es testigo de toda la creación y su desarrollo, ya que vive en un eterno presente. Los fenómenos de nuestra Dimensión, la tercera, son circunstancias en la existencia del Ser.
Cuando la Mónada se vincula con los Planos Inferiores, utiliza una parte de su Alma Humana, la Esencia.
La Esencia, como nexo entre la Mónada y el cuerpo físico, debe controlar y utilizar los Cinco Centros para relacionarse con las circunstancias tridimensionales.
El Ego, que encierra a la Esencia, impide que la Conciencia del Ser se manifieste plenamente en ella, y condiciona su desenvolvimiento en la vida tridimensional.
En Seres Perfectos que se reencarnan en la Humanidad, la Esencia está libremente comunicada con el Ser. Pero el Ser, aún sin el obstáculo del Ego, necesita el dominio de los Centros del cuerpo físico para expresarse. Necesita controlar la energia mental para comunicar su Sabiduría en términos comprensibles para los seres humanos que lo rodean. Necesita dominar su fuerza de voluntad para no desviarse de su propósito y no identificarse con las sensaciones físicas que puedan confundirlo y alejarlo de su tarea en este plano.
Por eso necesita recapitular Iniciaciones, volver al pleno dominio de las Facultades del Ser para desarrollar su tarea, su misión.
Por eso Jesús de Nazareth necesitó estudiar los Libros Sagrados del pueblo Hebreo. Sin ese conocimiento, no habría logrado llevar a cabo su Misión, no habría logrado que su pueblo lo escuche y acepte sus palabras.
Samael, el Logos, se manifiesta en Victor Manuel Gomez Rodriguez, como lo hiciera en otras humanas personas en el pasado histórico de la humanidad, tal como lo hacen todas las Mónadas.
En la existencia de nuestras Mónadas, los cuerpos físicos son simples circunstancias necesarias en el desenvolvimiento de la Creación Universal.
Victor Manuel Gomez Rodriguez, la humana persona, tenía Ego cuando llega a este plano. Y como muchas otras personas, también tenía chispazos de Conciencia que lo hacían reflexionar sobre su tarea en este mundo. Y se lanzó a investigar el esoterismo, impulsado por el Ser.
Pero Victor Manuel Gomez Rodriguez tenía Ego. No era un Ser Perfecto. Eso lo lleva a cometer excesos de todo tipo, como cualquier mortal, con la bebida, con las relaciones amorosas. Tuvo dos hijos con Sara Dueñas. Luego de eso, se une a Arnolda Garro y tiene cuatro hijos más.
Comienza a escribir Libros expresando su mensaje, y su fuerza se transforma en frases imperativas, descalificaciones y muchas veces palabras rudas, que mueven al enfrentamiento y al conflicto con Escuelas y Corrientes Espirituales.
Cuando logra comunicarse con su Real Ser, Samael, comprende su tarea.
Pero el condicionamiento de su Ego en el Proceso Iniciático lo llevó a utilizar cualquier medio para cumplir lo que él entendía era su Deber.
Y así tenemos en sus Obras una mezcla de relatos de vivencias íntimas, interpretaciones personales de diversas enseñanzas espirituales de todas las épocas de la humanidad, y copias textuales de otros autores, especialmente de los llamados autores del Cuarto Camino.
Y aquí es donde debemos nosotros meditar y comprender el papel del Gnosticismo de Samael en la época actual.
Samael, como Logos, existe, existió y existirá, como Mónada Espiritual.
Victor Manuel Gomez Rodriguez fue solo una circunstancia de Samael, un parpadeo en la escala cósmica de su existencia.
¿Con quién nos relacionamos?
¿Con la Mónada o con su circunstancia?
Si nos relacionamos con la Mónada, lograremos encontrar ayuda espiritual para descubrir, mediante la Auto-reflexión Íntima del Ser, la sabiduría que nos permita alcanzar el Despertar de nuestra Conciencia y la Auto-realización Íntima de nuestro Real Ser.
Si nos identificamos con su circunstancia, nos sentiremos defraudados, estafados, y seguramente transformaremos nuestro entusiasmo místico en rencor y lucharemos por destruir aquello que, para nosotros, es una mentira.
Fraternal saludo
Alejandro Zalazar