domingo, 6 de enero de 2013

LOS "DETALLES" DEL V.M. RABOLÚ (2DA.PARTE)

Para lograr experimentar la psicología gnóstica es necesario aplicar determinadas técnicas (Auto-observación, Meditación) que forzosamente necesitamos conocer, entender y comprender.
Necesitamos alcanzar el desarrollo de lo que se denomina "EL SENTIDO DE LA AUTO-OBSERVACIÓN". Este sentido debe funcionar como los otros cinco sentidos físicos: tacto, vista, gusto, olfato y oído. Esto significa que, para que la auto-observación se convierta en un sentido, debe funcionar en nosotros en forma natural, permanente y continua.
Para lograr este propósito, es indispensable saber qué debemos observar, dónde debemos hacerlo y para qué utilizamos esta técnica.
Necesitamos adquirir el conocimiento total y absoluto de nuestros Cinco Centros.
Sin esta condición, es totalmente inútil tratar de practicar la llamada Muerte Mística o Psicológica.
RECONOCER, UBICAR Y DIFERENCIAR CADA UNO DE LOS CENTROS ES LA LLAVE QUE NOS ABRE LA PUERTA DE LA AUTO-REALIZACIÓN.
Allí, en los Centros, se manifiestan las distintas energías que conocemos como Defectos Psicológicos, o Yoes Psicológicos.
Sin los Centros, nada se podría manifestar en nosotros, ni la Esencia ni el Ego. No debemos olvidar que los Centros son en realidad los medios que tiene el Cuerpo Físico para canalizar las distintas energías que componen el Universo.
Sabemos que un ciego no puede percibir la luz en la tercera Dimensión, un sordo no percibe las vibraciones del sonido en nuestro plano, un mudo no puede comunicarse porque no puede emitir palabras, etc.
Por ello, es condición básica en la psicología gnóstica desarrollar el sentido de la auto-observación.
¿Porqué debemos desarrollar este sentido? POR QUE A TRAVÉS DE LOS CENTROS SE MANIFIESTA EL EGO.
Y recordemos que un Agregado Psicológico se alimenta cada vez que se manifiesta.
El Maestro Rabolú nos explicaba que al Ego debemos cortarle el alimento, debemos dejar de nutrirlo con nuestras energías, la energía de los Centros.
Si no se manifiesta, no lo alimentamos pero... ¿lo estamos eliminando?

Alejandro Zalazar